sábado, 15 de enero de 2011

VACACIONES "SAJERÁS" EN TORREMOLINOS


                                                            LA CHISPA
3 de julio, aeropuerto de Sevilla.
Mi sobrina y yo esperando la llegada de mi hija de unas vacaciones a Londres con compañeros de instituto.
Veíamos como llegaban gentes de otros vuelos, con sus maletas a cuestas y algunos con cara de felicidad.
 Nosotras los mirábamos y  !qué suerte poder hacer un viajito!
Salta mi sobrina y me dice: po yo quiero hacer un viaje, nos vamos?
Yo que hablo antes de pensar le contesto: po vale, cuando llegue mi hija si quiere venir nos vamos.
Llega mi hija y después de recibirla le pregunto si tiene ganas de otras vacaciones y ella sin pensarlo dos veces - Vale, me apunto.
Quedamos en hablarlo cuando llegasemos a casa.
                                                            
                                                              LAGUNA

Llegamos a casa y no se habló más del asunto del viajito que habíamos planeao.
Pasaron cinco días y parecía que el tema de las vacaciones había quedao  por ahí como olvidado.


                                                    DECISIÓN INMINENTE

Viernes a medio día me encuentro a mi sobrina y sacamos a relucir lo de las vacaciones.
-¿Qué va a pasar, nos vamos o qué?
-Vale, nos vamos. Esta tarde nos llegamos a una agencia de viajes.
Y eso hicimos. Nos llegamos a la agencia más cercana para no perder tiempo.
Pensamos de ir a Benidor pero teníamos que ir en tren y queríamos salir el próximo lunes y además estábamos a mediados de julio que ya casi todos los hoteles estaban completos.
Poco más tarde salimos con la reserva para un hotel de cuatro estrellas en Torremolinos.
Lo encontramos bastante económico para ser un hotel de esa categoría y salimos super contentas.
Ahora lo que nos quedaba sacar billetes y preparar maletas, todo en un tiempo record pues era viernes tarde y teníamos que estar en el hotel lunes a media mañana.
Quedamos a una hora temprana para comprar los billetes pero como es normal en las mujeres pues nos retrasamos bastante.
Llegamos a ventanilla y el vendedor nos dijo que ya no se podían sacar los billetes que hacía media hora que se habían cerrado las ventas para ese viaje.
Habría que ver las caras que se nos quedó que el buen hombre nos hizo el favor de vendernos los billetes.
BIEN!


                                            PRÓXIMA PARADA... TORREMOLINOS

Lunes 8 de la mañana. Subimos al tren y...pa Torremolinos!! ¡Qué nervios!
 Habia ocurrido todo tan rápido, y  con un fin de semana algo estresante por los preparativos pero ya estábamos camino de nuestra aventura. Porque eso si, iba a ser una aventura por lo menos para mi, sin saber nada de la zona dónde íbamos a ir.
 Además nunca había viajado sola y menos con el cargo de mi hija de 14 años y mi sobrina  de 18.
Llegamos a Málaga y tuvimos que coger un cercanias para llegar a nuestro destino y por fin ¡Torremolinos!

-Primer problema: escaleras autómaticas averiadas. Teníamos que subir con las maletas una infinidad de escalones. Maletón de mi sobrina unos cien kilos aproximádamente ( ya sabemos la cantidad  de ropa que llevamos las mujeres, sobre todo una jovencita, además le dije que echase ropa para mi ya que yo apenas tuve tiempo de ir de compras.) Tambien fuimos caritativas y ayudamos a subir a unos ancianos.

-Segundo problema: una vez fuera de la estación. Y ahora hacia dónde vamos? ¿dónde se ecuentra el hotel?¿cogemos taxi?, pero en internet salía que estaba a pocos metros de la etación, ¿a quién preguntamos?
Decidimos  empezar a caminar y preguntamos a un barrendero quien nos dijo que no sabía del hotel pero que la playa a la que íbamos estaba algo lejos.
Pues nada nosotras arrastrando maletas, seguimos caminando unos pocos metros y de buenas a primera exclama mi sobrina ¡Ahí está el hotel!

-Fuera problemas. Ahora anécdotas y risas en todo momento
Entramos al hotel con una recepción muy normalita para un hotel de cuatro estrellas.
Nos designan una séptima planta y yo con mis claustofobia a los ascensores le digo si no le queda una más bajita y nos dicen que ha quedado una libre en la segunda pero que la están preparando y mientras si queremos podemos ir a echar un vistazo al hotel.
Muy bien, soltamos maletas y nos disponemos a inspeccionar el hotel. Primero ¡la piscina y el jacuzzi!
Nos encontramos con una piscina muy pequeña y  nos quedamos un poco pasmadas mirando por los alrededores como buscando algo y salta mi sobrina y dice - No me lo puedo creer, ésta será la piscina de los niños, dónde está la otra? y eso es el peazo jacuzzi ?
Ya empezamos a reirnos y sin poder explicarnos cómo habían hecho las fotos que habíamos visto por internet que se veía todo enorme.
Bueno vayamos a ver el gimnasio dónde pensábamos ir todas las mañanas nada más levantarnos y ponernos nuestras mayas y deportes (cosa que no hicimos ningún día, sólo estuvimos tumbás o bien en la cama, en la piscina o en la playa )
Empezamos a subir y bajar escaleras, a recorrer pasillos porque  no dábamos con el gym hasta que lo encontramos en una tercera planta toda solitaria.
El gimnasio estaba muy bien con sauna incluida pero como he dicho antes no había nadie. Así que venga sección de fotos en sauna y aparatos.
Ya un poco agotada me siento en una pequeña recepción bajo una ventanita, por curiosidad retiro las cortinas y me quedo sorprendida con lo que ví y pregunto:
-¿ En qué planta estamos?
A lo que  me responden 
-En la tercera
Les digo que se asomen por la ventana. Sus caras quedaron pasmadas, pues había un coche y una moto aparcados al nivel de nuestras cabezas.
Entonces salta mi sobrina con una cara de terror:
-Si en la tercera  planta está la calle entonces nosotras que vamos a la segunda, dónde nos  meterán en un zulo? ( el hotel tenía un gran desnivel )
Otra vez risas, pero ya todas nerviosas deseando ver la habitación a ver que nos encontrábamos.
Ya por fin nos dieron las llaves y entramos. Todo estaba bastante bien con un buen baño.
-Salgamos a la terraza a ver las vistas!
Salimos fuera y nos topamos con una chapa que era el tejado de un salón del hotel que nos quitaba gran parte de vista, sólo veíamos un trocito de la mini piscina y un poco el mar a lo lejos. Y no vean lo que se calentaba la chapa con el sol.
-Vamos a probar las camas!
Mi sobrina se echa y dice que es cómoda, mi hija lo mismo, yo me echo y noto un bulto en la espalda, ¡un muelle que sobresalía del colchón! Se la cambié a mi sobrina que ella decía que no le importaba.
Nos pusimos los vikinis y nos dirigimos al comedor. Eso si, la comida era exquisita, todo estaba buenísimo.
Nos fuimos a la playa, el paseo lleno de tiendas, nos gastamos casi todo el dinero el primer día.
El agua del mar estába helada y casi no nos bañamos sólo tomábamos el sol así que nos pusimos como tizones de negras.
También habían unos cuerpos esculturales que fotografiábamos didimuladamente con los móviles.
Como por las noches en el hotel no había ambiente una noche nos dedicamos a inspeccionar las plantas de éste. Todo estaba tan solitario y silencioso que parecía un hotel fantasma y daba miedo andar por aquellos pasillos. Escuchamos un ruído y salimos corriendo escaleras abajo, a mí se me caía el pantalón del pijama y mi sobrina detrás mía echándome fotos a mis posaderas.
Otro día recorriendo la ciudad vimos una tienda de "pirsin" y tatus. Mi sobrina y yo salimos con un "pirsin" en el labio, menos mal que nos lo hicimos en los últimos días porque no podíamos comer.
Llegó el último día y nos dejaron una hojilla dónde poder exponer alguna reclamación o alguna queja que tuviésemos.
En broma pusimos que al colchón le salía un muelle, la ducha no tenía presión (eso no era cierto pues temíamos ducharnos porque salía el agua con mucha fuerza y encima quemadas por el sol, la ducha era un suplicio) la piscina "sajerá", el  jacuzzi "sajerao"... pero que pasamos unos días buenísimos y que volveríamos a repetir.

                                  ¡¡FUERON UNAS VACACIONES SAJERÁS!!

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