jueves, 13 de enero de 2011

Shhhhhh no hagamos ruído

A mi hermana que está malita y de bajón,

Esta historia es de hace ya unos añitos. Mi hermana y yo eramos unas chavalitas de 15 y 17 años(más o menos)
Era verano, el mes de Julio. Se celebraban las fiestas de nuestro pueblo que en aquellos años creo duraban tres días.
  En esa época yo empezaba a salir en compañía de mi hermana y  una amiga en común.
En aquel tiempo si no era una fiesta muy señalada, las discotecas, pubs y demás salas cerraban no muy tarde o si no cerraban apenas había ambiente y te recogías empezando la noche, por eso estábamos deseando que llegase una fiesta así para poder  disfrutar más horas y llegar a casa más tarde.
Volviendo a las fiestas del pueblo, era ya el último día y al siguiente nuestros padres tenían que trabajar por eso no queríamos llegar  a casa muy tarde pero como estábamos muy animadas pues no teníamos ganas de recogernos y queríamos aprovechar lo que quedaba de feria y se nos hizo un poco tarde.
Antes de entrar en casa, como sabíamos que estaban todos acostados decidimos que nos iríamos directas al dormitorio procurando no hacer ruídos para que así no se dieran cuenta de a la hora que habíamos vuelto.
No queríamos ni encender la luz de la habitacíon, puesto que la de nuestros padres estaba enfrente, pero como estaba muy oscuro y no se veía nada  me fui a ciegas a encender la lamparita de la mesita de noche.
Mi hermana me seguía detrás.
Llego a donde la lámpara y no funcinaba, entonces recordé que a veces se aflojaba la bombilla y que dándole una vueltecita a la bombilla se ajustaba y encendía.
Pues bien imaginemos por un momento, Sevilla, 26 de Julio, un calor asfisciante, que en aquellos años nos teníamos que refrescar con ventilador y abanico o una ducha a las cuatro la mañana, porque  de aire acondicionado nada, hasta creo que ni habría nacido quién lo inventó.
Sigamos por dónde lo dejé. Yo, intentando encender la lámparita (creo que estaba sin zapatos para no hacer ruído pero si recuerdo mis manos mojadas de sudor por el calor).
Si, eso pasó, lo que estais pensando. Me dió tal calambrazo que empecé a chillar y la bombilla pegada a mis manos que no podía soltar.
 Mi hermana que estaba detrás mía y sin saber por qué chillaba yo, ya que seguíamos a oscuras y no se podía ver nada, qué hizo ella, pues ponerse a chillar también y pa colmo va y se agarra a mi.
 Otra vez lo que estais pensando, si, se le pasó corriente a ella y las dos allí medio electrocutadas porque antes no había diferenciales o como se llame que automáticamente hubiese cortado la corriente.
Ahora las dos chillando y ella recibiendo "voltaje" que yo le traspasaba  pero al sujetarme mi hermana parece ser que ya no recibía yo tanta electricidad y  pude reaccionar dando un tirón de la lámparita que se desenchufó, pero... cataplás al suelo y se rompió.
Podeis imaginar lo siguiente, todos levantados, asustados, sin saber qué ocurría y nosotras -Na, no pasa na, es que se nos ha caído la lámpara.
Po nos riñeron ea.
Con el tiempo contamos la verdad y nos reimos cada vez que lo recordamos.
Así que lo he contado para que nos volvamos a reir.



                                                                           

1 comentario:

  1. AL empezar a leer sabía que era ese día del que hablabas no he parado de reír en todo el rato. Gracias hermaníta.

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